+ de lo mismo +
(coupland, la vida despues de dios)

"...El precio que pagábamos por nuestra vida dorada era la incapacidad para creer del todo en el amor; en su lugar teníamos una ironía que afectaba a todo lo que tocaba. Y ahora me pregunto si esa ironía es el precio que pagábamos por la pérdida de Dios."

"Nuestras conversaciones nunca son fáciles, pero según me hago mayor -nos hacemos mayores-, nos percatamos de que tenemos que hablar. Dentro de nosotros anida una necesidad de compartir con los demás lo que sentimos. A partir de cierta edad, la sinceridad deja de considerarse pornográfica. Es como si la frialdad que marcó nuestra juventud fuese en sí misma una especie de retrovirus, que sólo puede hacerte sentir vacío. Lleno de agujeros."

"...Al cabo de un tiempo uno se hace cargo de que hay cosas en la vida que salen mal; aprende todas las pautas de comportamiento y las tentaciones; reconoce el modo en que unos utilizan a los otros.
El encanto de la corrupción desaparece, el aprendizaje ya no es divertido. No quieres derrochar energía, de modo que aprendes tolerancia, comprensión y amor -a distancia-, y eso que son unas palabras que me cuesta pronunciar. La verdad me cuesta decir todo esto."

"...en una versión mía anterior yo habría cambiado de tema. En algún momento, hace años, muchos de nosotros rompimos el vínculo que une amor y sexo. Una vez roto, no se puede volver a establecer."

"Una de sus principales preocupaciones es que continúe con su tendencia a desear sólo hombres inalcanzables y que un día, según sus propias palabras: -Mi capacidad para enamorarme de verdad sufra una especie de atrofia y empiece a sustituir el amor por el sentimentalismo; ya sabes: tejerle gorritos a mis sobrinos, llorar por un perrito, pasarme de la raya en navidades y ponerme vestidos rojos y verdes. Si eso sucede alguna vez, Scout, por favor te lo pido, llama por teléfono al Ejército Disociador de Liberación y que vengan a secuestrarme."