no había caído en cuenta que escribo una vez al mes (jalón de orejas de andrea), no se si no tengo nada que decir o sufro de flojera, pero lo cierto es que cada vez paso menos tiempo asomada al monitor de la computadora.

ya se que del brote de influenza no hay absolutamente nada interesante que decir, y las teorías de complot son como para matar a diestra y siniestra, y la pandemia mas alarmante es la ausencia de civilidad, eso de estar en casa a fuerza y evitar el contacto físico han sido cosas raras, creo que yo no conocía los días de guardar, y lo mas mortífero de esta epidemia es darnos cuenta que es tan difícil soportarnos a nosotros mismos: nos hemos tenido que despojar de los disfraces ocupacionales y agenda y no queda nada, solo aburrimiento.

a mi la pandemia me ha hecho sentir como personaje de saramago, la amenaza latente nos ha pegado en la cara con algo mas fuerte: estamos enfermos, de raíz enfermos, y por eso huimos, por eso nos escabullimos entre la gente, para perder la obligación de enfrentarnos al yo-monstruoso, o no?