sfo.

y por fin regresé a esa ciudad de la humedad constante, las empinadas colinas, la comida variopinta y de cualquier barrio, la gente que huele a tienda de segunda y representa a la no patriota voz gritona de estados unidos.
caminé hasta decir basta y tuve que seguir haciéndolo, pagué transporte caro, se me esponjó el pelo, dormí en un lindo closet cortesía de las maravillosas hermanas lópez. y si, caminé babeando cada uno de los cinco pisos del sfmoma, y me asomé por esas ventanas maravillosas que son lascajasdeluzenormesdiapositivas de jeff wall:


respiré y abrí la boca al darme cuenta que la belleza de lo que hay en la tierra se lleva a las galerías usando de anfitrión al inteligentísimo olafur oliasson y gracias a su perspicacia fui blanco y negro por un rato,

para terminar ese recorrido de ojos y sentimientos me aposté en esa catedral oscura cuyos santos son las piezas en video de douglas gordon

san francisco siempre me supone un recargue de pilas y una confirmación de que tengo mucho mucho mucho por hacer.