entré temblando a ésta nueva vida, y llegué a estar algunos viernes sola, mirando las paredes, pintándolas, me levantaba y en pijama salía por el periódico, preguntándome cuando me despertarían con el café ya hecho, lloré por mí, por nadie mas que por mi, y ahora ya no habito esas paredes que como terapia pinté, el café me lo sigo haciendo yo, el pelo me ha crecido y he empezado a reírme, que rica es la intución, que rico es encontrar sorpresas a cada paso, y que delicia ha sido pensar en tu nombre, invocarte y sentirte, sigo sonriendo, y no quiero estar apostando porque la magia volverá a repetirse o te quedarás a mi lado, simplemente disfruto que haya magia y que sea una caricia en mi interior, hoy te quiero.