quisiera envolverme en los redondos brazos del sillón rojo
y mirar hacia el lente con la mirada desafiante y cargada de inocencia
quiero darle vuelta a mis pasos y no perder el impulso ciego
que tantas veces me ha hecho alcanzar los bordes mi ser
aún se reir. puedo ejercitarlo
me niego a hacer de mi cuerpo un derroche de pasado
desperdiciando el presente o amargando el sabor del futuro
quebranto y rechazo al cinismo
y no he de permitirle hacer huecos en mi corazón
creo en la belleza
y en los ojos limpios
en el poder del amor
en lo curativo de los besos
en los tiempos y los destiempos
porque si no creo en todo eso
no me quedaría nada
y esa nunca ha sido opción para mí.